Obras son Amores

Aplicando la fórmula de que el prometer no empobrece, como no tenía nada mejor que anunciar, el gobernador del estado de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa al reunirse con empresarios de la industria de la construcción, les prometió –que ahora sí- toda la obra que realice en su administración con el recurso del impuesto a la tenencia de autos de lujo, será para dicho gremio.

En el día de la Santa Cruz o mejor conocido como “de los albañiles” el mandatario veracruzano tomó la protesta a la nueva directiva de la Cama de la Industria de la Construcción CEMIC, ante quienes anunció que se creará un fideicomiso público, para la administración de las obras de infraestructura que se realizarán en las zonas de alta marginación y les aseguró que todas serán edificadas por constructores veracruzanos.

Se trata de una aparente buena noticia, siempre y cuando se cumpla, para el gremio de la construcción que se encuentra paralizado desde el año pasado y esta es la hora en que todavía no se reactivan las obras que debe de realizar la nueva administración que encabeza Javier  Duarte de Ochoa.

Se supone, que toda la obra a cargo  del gobierno del estado, debería de ser otorgada a los empresarios veracruzanos, pero sucede que en los hechos no es así, porque luego de la noche a la mañana, aparecen empresas sexenales, que son las que se llevan los contratos y las obras millonarias.

Al menos, el mandatario veracruzano, les prometió a los empresarios de la Cámara de la Industria de la Construcción, que las obras del fideicomiso del impuesto al pago de tenencia de vehículos de lujo, serán otorgadas a sus afiliados.

Aunque los constructores están en espera, de que también se inicien las obras millonarias con los recursos del FONDEN y las que supuestamente debería de estar realizando ya el gobierno del estado con sus propios recursos, pero de eso, hasta ahora, no hay nada todavía. Ojalá y también se las otorguen a empresarios veracruzanos y a empresas establecidas, no a nuevos amigos y prestanombres.

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