La corrupción en tránsito

Una buena noticia es la que dio a conocer la presidente municipal de Xalapa, Elizabeth Morales García de que se acaba de dar de baja a 8 agentes de tránsito, luego de que se comprobó por parte de la Contraloría Municipal su actuar deshonesto.

Pero además viene aparejado el anuncio promesa de que no se tolerará la corrupción en la actual administración municipal y que además ya hay otros 13 agentes que están siendo investigados luego de haber sido denunciados por la ciudadanía ante la Contraloría Municipal por incurrir en actos de corrupción o que violaron los reglamentos internos de tránsito.

Se trata sin lugar a dudas de una buena noticia, no solo para los ciudadanos xalapeños que tenemos que sufrir el “modus operandi” de esa mafia de delincuentes que son los agentes de tránsito, a pie, en motocicletas o patrullas que se dedican a ver la forma de sacar dinero de los conductores.

No es necesario ir muy lejos ni contar con sofisticados equipos de vigilancia, basta con transitar por la avenida Lázaro Cárdenas, para ver la serie de vehículos que son detenidos-extorcionados por los supuestos servidores públicos, que en realidad son delincuentes con permiso para extorsionar.

Por eso es muy saludable, el hecho de que aparentemente las autoridades municipales –al menos en la capital del estado- hayan decidido ponerles un alto a quienes en lugar de servir se dedican a robar al ciudadano.

Sería conveniente, que el anuncio espectacular que el ayuntamiento mandó a instalar a la entrada de Xalapa, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, a la altura de puente de la Secretaría de Finanzas, en donde se dan las gracias a la ciudadanía por hacer el pago del impuesto predial –que por cierto ya venció- para dar a conocer los teléfonos o la página de internet en donde la ciudadanía pueda denunciar los atropellos de que son objeto, sobre todo las camionetas y camiones de carga que tienen que entrar o tienen la desgracia de pasar por la ciudad, que invariablemente son atracados con cantidades exorbitantes por los servidores públicos de tránsito municipal.

Dicen en mi pueblo que “muerto el perro, se acabó la rabia” aquí en la capital del estado tendremos que decir que “corridos los de tránsito se acabó la corrupción”.