Resulta interesante que el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa en la ceremonia de Jura de Bandera a los Soldados del Servicio Militar Nacional, clase 1992, haya afirmado que “la lucha contra la desigualdad y la búsqueda de la prosperidad es la principal batalla que debemos ganar para asegurar el México que merecemos”.
Sin embargo, hay que subrayar que al parecer se estaba refiriendo a México, no al estado de Veracruz y los veracruzanos.
Porque en principio, no explicó cuales son esas acciones que se tendrían que estar realizando ya para alcanzar la victoria en esa lucha contra la desigualdad y la búsqueda de prosperidad.
Aquí en Veracruz, se supone que el Plan Veracruzano de Desarrollo es el documento que marca los lineamientos a seguir y en el que solamente de manera genérica, sin precisar a cuantos veracruzanos, se pretende rescatar de la pobreza extrema en que están viviendo, solo se menciona un porcentaje.
Ya no se diga a nivel municipal, en donde estamos viendo que gran número de alcaldes, ni siquiera entregaron su respectivo plan municipal de desarrollo, sin que lógicamente vayan a recibir el castigo que merecen por esa irresponsabilidad.
Pero antes que emprender una lucha genérica contra la desigualdad, habría que emprender no una guerra sino una batalla, para aclarar y transparentar a donde fueron a parar los miles de millones de pesos, que permitirían avanzar en la prosperidad de los veracruzanos, que hasta hoy solo se encuentran como una deuda del gobierno del estado.
Cómo se puede hablar de luchar por buscar la prosperidad de los mexicanos y en consecuencia de los veracruzanos, cuando ni siquiera se ha permitido transparentar cual fue el manejo y destino que se hizo de los miles de millones de pesos, que se encuentran desaparecidos como por arte de magia.
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