Por Miguel Angel Cristiani G.
¡No se vayan a quedar pobres! Es la primera
reacción que uno tiene, cuando mira en el noticiero de televisión y en las
primeras planas de los diarios locales, la nota de que el presidente de Consejo
del Grupo Financiero Banorte, Guillermo Ortiz Martínez entregó un donativo de 5
millones de pesos en favor de la población veracruzana damnificada por el
reciente paso de fenómenos hidrometeorológicos.
En las imágenes se puede ver al gobernador
del estado, Javier Duarte de Ochoa recibiendo un cheque del ex secretario de
Hacienda y ex gobernador del Banco de México, ahora presidente del grupo
financiero Banorte, con el que casualmente el gobierno del estado maneja todas
sus cuentas bancarias, es decir los millones y millones de pesos que tiene que
mover, lo hace a través de ese banco, cuando no hace envíos aéreos en maletas llenas
de billetes en efectivo, pero esa es otra historia.
Resulta casi insultante, que un Grupo
Financiero como lo es Banorte, que tiene recursos por Miles de Millones de
pesos y que en consecuencia obtiene ganancias multimillonarias, venga a tomarse
la foto con el gobernador del estado de Veracruz, para hacerle entrega de cinco
millones de pesos para atender a los veracruzanos que sufren afectaciones por
las lluvias.
Claro que además, esos cinco millones de
pesos no son un gasto para el grupo financiero, que encabeza el ex secretario
de Hacienda, pues él conoce perfectamente los mecanismos para deducir ese monto
y mucho más de sus impuestos.
Para un grupo financiero que tiene ganancias
multimillonarias al año, cinco millones de pesos, resultan el equivalente a la
moneda de cinco pesos que les damos a los adultos mayores en el supermercado,
al que nos cuida el carro o al socorrista que pide apoyos en los cruceros de
las calles.
Pero además de servir para tomarse la foto,
el gobernador de Veracruz Javier Duarte de Ochoa aseguró que “Al expresarle su
agradecimiento en nombre de todos los veracruzanos, aseguró que cada centavo de
esta donación, así como se aplica con todos los recursos públicos, se ejercerá
de manera transparente en beneficio de los que más lo necesitan.
Habría que solicitar un informe de la “manera
transparente” en que se aplican los recursos estatales, comenzando por los de los
fenómenos meteorológicos Karl y Stan, que sirvieron para que se autorizara al
gobierno del estado un crédito multimillonario que todavía no se sabe a dónde
fueron a parar esos millones de pesos.
Pero como bien decía don Pedro Ferriz, ya no
sabemos si ponernos a reír, o a llorar,
con estas ocurrencias, que pretender hacernos creer que casi casi, debemos de
darle las gracias al banco, por devolvernos unos centavos de los miles de pesos
que gana con nuestros dineros.
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