Nuevamente se vuelve a anunciar con bombo y platillo, que en fecha próxima empezarán a llegar –por fin- los cruceros turísticos al estado de Veracruz, lo que significa una real derrama económica para todos los sectores sociales que de alguna manera se encuentran relacionados con la llamada industria sin chimeneas.
No es noticia nueva, desde hace ya varios sexenios, el gobernador del estado en turno, ha anunciado que ahora sí, los cruceros arribarán periódicamente a las costas veracruzanas, pero todo que en buenas intensiones y un buen anuncio político.
Lo cierto es que los cruceros turísticos, solo han arribado a la entidad, para protegerse cuando los sorprende algún huracán en el Golfo de México, pero es más bien de manera accidental.
Ahora, otra vez, el gobernador Javier Duarte de Ochoa anuncia la llegada de los famosos cruceros que traen turistas de todo el mundo y que durante su estadía en tierra dejan una muy buena derrama económica en dólares que alcanza a todos los sectores, desde taxistas, guías de turismo, alquileres de vehículos, restaurantes, artesanos, músicos, artistas y comerciantes.
El principal impedimento para que pudieran llegar cotidianamente los enorme cruceros de las principales líneas de mayor prestigio internacional
Naviera Carnival Cruise y Royal Caribbean, es que no se cuenta con las instalaciones apropiadas y específicas para poder atracar este tipo de barcos.
Hace tiempo que se anunció también que se construirían o al menos adaptarían las instalaciones portuarias necesarias, pero no se ha dado a conocer en que quedó ese proyecto.
Porque por elemental lógica, lo primero que se necesita para que puedan llegar los cruceros internacionales, es que contemos con las instalaciones mínimas adecuadas.
Que bueno que las autoridades estatales, al parecer están convencidas de la importancia que tiene la visita de los cruceros, que trae aparejada una importante derrama económica que beneficia no solo a prestadores de servicios de Veracruz y Boca del Río, sino también de otros puntos cercanos de atractivo turístico.
Pero como decía mi abuelita Carmen: para hacer caldo de camarón, hay que tener camarón y aquí para recibir cruceros turísticos tienes que tener instalaciones apropiadas.
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