Por Miguel Ángel
Cristiani Glez.
El desafuero del
diputado local “independiente” Renato Tronco Alarcón por parte de las diputadas
y diputados del congreso veracruzano, viene a confirmar –una vez más- la
necesidad de desaparecer esa figura de protección, que como ha quedado
demostrado en las últimas fechas, únicamente sirve para proteger a quienes
cometen delitos y atropellos, protegidos por la ley.
Pero si esa ley
es la que permite que alcaldes y diputados, una vez en el poder, se transformen
en delincuentes que encabezan bandas de atracadores, no hay razón por la cual
no se les retire el famoso fuero.
Renato Tronco
Alarcón fue señalado y deberá responder por la autoría intelectual del crimen
del regidor del ayuntamiento de las Choapas cuando fue presidente municipal en
junio del 2006.
En el sexenio de
Fidel Herrera Beltrán, al político
sureño alcanzó relevancia, primero como alcalde y ahora como diputado, ha pertenecido a diversos partidos políticos,
como el PRI, PAN y PVEM, y había anunciado su decisión de buscar la candidatura
a la gubernatura de manera independiente.
Tronco Alarcón
alcanzó fama por su manera “folclórica” de desempeñarse, primero pretendió “despachar”
en la Legislatura en el interior de una camioneta camper, después obtuvo
notoriedad por sus ausencias a las sesiones del Congreso.
El desafuero del
diputado Tronco Alarcón, se viene a sumar al desafuero de varios alcaldes, que
han sido señalados por ser autores intelectuales de hechos delictivos.
No se puede
explicar, porqué luego de tantos casos registrados recientemente, todavía a
estas alturas, los señores y señoras diputados en el Congreso Local, no han
podido elaborar una iniciativa de reforma a la ley, para desaparecer la figura
del desafuero.
Ninguna
autoridad estatal o municipal puede estar por encima de la ley.
Quien comete
algún delito tiene que responder por sus actos.
La figura del
fuero constitucional a funcionarios, permite que se sientan intocables por la
justicia y que cometan toda clase de atropellos, a sabiendas de que serán
protegidos por la ley.
Los diputados y
las diputadas locales, no deberían estar esperando a que se sigan dando
solicitudes de desafuero de algún presidente municipal o diputado, sino que
deberían de proceder a desaparecer de la ley el famoso fuero constitucional.
Se pregunta el
filósofo del pueblo Pancho López: Acaso los diputados y diputadas locales estarán
esperando, a que como es ya costumbre, el Ejecutivo Estatal les envíe la iniciativa
de reforma a la ley, para entonces, proceder simplemente a su aprobación.
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