Por Miguel Ángel Cristiani Glez.
Existe en la ciudad de Orizaba un
perro llamado Citla que ya es conocido y famoso en toda región, porque al
igual que los perros rescatistas en Suiza, se dedica a acompañar y en caso necesario
brindar auxilio a los excursionistas y alpinistas que suben a la montaña más
alta y más hermosa en nuestro país, el volcán del Pico de Orizaba.
Como es bien sabido el Pico de
Orizaba, originalmente fue llamado también como Citlaltepec. De ahí el nombre
del perroCitla.
La historia del perro Citla, que
ya forma parte de las leyendas urbanas de Orizaba, comenzó hace varios años,
cuando llegó al Pico de Orizaba un ingeniero encargado de construir un albergue
o refugio para los excursionistas.
Desde los comienzos de la obra,
el perro que no teñía dueño, comenzó a acompañar al ingeniero en sus
recorridos, de subida y bajada, todos los días, desde la ciudad hasta la
montaña.
Cuando terminaron los trabajos
Citla, el ingeniero dejó de subir a la montaña, pero el perro continuó siendo
el acompañante fiel de todo aquel, que se encaminaba hacia la punta del Pico.
Así se fue haciendo famoso Citla,
un perro callejero como hay otros tantos miles, que no tiene pedigrí ni títulos
de raza pura, pero que se ha ganado el cariño y admiración no sólo de los
excursionistas y turistas, sino de toda la comunidad.
Estuvimos reciente en Orizaba y
Javier Puga Martínez, el responsable de Comunicación Social del municipio, en
un recorrido por los muchos atractivos que ofrece el recién nombrado Pueblo
Mágico, nos contó también la historia del perro Citla, al que ahora también
nosotros conocimos –al menos en fotografía- gracias a las excelentes gráficas
que publicó en el Facebook el artista de la lente orizabeño Horacio Fadanelli.
Como parte de la historia de esa
leyenda urbana, se dice que fue precisamente el perro Citla, el que localizó
en uno de sus recorridos por el volcán, los restos de unos alpinistas que
fallecieron en el lugar en los años 50.
Son muchas las historias que se
cuentan en Orizaba, sobre los auxilios y acompañamientos a propios y extraños,
en los que Citla ha sido protagonista, tan es así que ya se filmó una
película sobre las hazañas del singular perro orizabeño.
Por lo que en fechas próximas,
ese extraordinario ejemplar callejero, habrá de escalar una vez más el camino
al éxito, pero no de la montaña del Pico de Orizaba, sino de fama y la
popularidad como estrella de cine.
Por tratarse de una historia de
gran contenido humano –aunque tal vez habría que decir que es una historia
perruna- seguramente que tendrá gran aceptación y posiblemente se haga
acreedora a premios y reconocimientos en los festivales nacionales e
internacionales de cinematografía.
Las historias de Citla nos
vienen a confirmar, una vez más, lo que es bien sabido, que el perro es el
mejor amigo del hombre, sin importar títulos o razas.
Habrá que recordar la historia de
Citla, la próxima vez que nos encontramos nuevamente con algún perro
callejero, de esos que van caminando algunas veces lastimados, sin que haya
algún humano que lo socorra como lo haría la mascota de los orizabeños con
nosotros si lo necesitáramos.
Si ya se le construyó una estatua
a Porfirio Díaz, también Citla que ya esta viejo, enfermo y cansado, se ha
hecho merecedor a un homenaje semejante, para perpetuar su memoria.
Visita nuestro portal de noticias de Veracruz: http://bitacoraveracruz.blogspot.mx
En Twitter como: @bitacoraveracru
Búscanos en Facebook: Miguel Ángel Cristiani G.
Correo: cristiani54@hotmail.com
En Twitter como: @bitacoraveracru
Búscanos en Facebook: Miguel Ángel Cristiani G.
Correo: cristiani54@hotmail.com
Comentarios
Publicar un comentario