Por Miguel Angel Cristiani Glez.
Recorrimos las obras del túnel sumergido de Coatzacoalcos, obra controversial y polémica, pero también la que al final de cuentas y del túnel, habrá de ser un orgullo para los veracruzanos, ya que se trata de un trabajo único en toda Latinoamérica, que por sus características técnicas ha requerido la participación de empresas de Holanda y España.
El túnel sumergido está casi terminado, le falta un metro y medio por abrir, para que queden conectados los cinco módulos que lo conforman y que se encuentran ya posesionados mediante complejas maniobras milimétricas, se espera que finalmente, entre en operación para el próximo mes de agosto del 2016.
De hecho, por debajo del agua, se puede decir que ya une a la parte antigua del malecón de Coatzacoalcos con el otro extremo en lo que se conoce como Villa Allende, una comunidad de aproximadamente 30 mil habitantes, que hasta ahora tienen que cruzar todos los días en lanchas –cuando el tiempo lo permite- para poder realizar sus actividades.
El túnel tiene dos carriles de ida y vuelta, en el centro hay otro carril para servicios, tiene una altura de 10 metros por 20 de ancho y son cinco las enormes estructuras que fueron armadas en tierra y sumergidas.
Pero sin lugar a dudas, la importancia de la obra se verá cuando crucen por el túnel todos los vehículos que hasta ahora tienen que cruzar el río por el puente Coatzacoalcos, que en algunas ocasiones tiene que ser levantado para permitir el paso de barcos ocasionando los tradicionales embotellamientos vehiculares.
El recorrido por el túnel fue realizado por un grupo de reporteros de la capital del estado, que fueron invitados del gobernador Javier Duarte de Ochoa para que junto con con el titular de la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas (SIOP), Tomás Ruiz González, el coordinador general de Comunicación Social de Gobierno del Estado, Juan Octavio Pavón González, y el alcalde Joaquín Caballero Rosiñol, tuvieran la oportunidad histórica de bajar hasta el corredor a conocer las labores de ingeniería avanzada con la que se realiza esta imponente obra.
El túnel sumergido es una obra única en toda América Latina, bien vale la pena el recorrido, que para su construcción se han requerido más de mil 500 toneladas de acero, más de 18 mil metros cúbicos de concreto, que todavía se siguen aplicando. Este miércoles se va a colar una plataforma de salida, tan sólo esa parte que abarca alrededor de doscientos metros cuadrados requiere de más de 35 revolvedoras de concreto.
Se está trabajando en las rampas de salida, en el cierre de la parte sumergida y este jueves hay una reunión del Consejo de Administración de PEMEX para terminar de formalizar la donación de los terrenos del lado de la congregación de Allende con el fin de garantizar las salidas de vialidad, que son otros ochocientos metros de obras.
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