Por Miguel Angel Cristiani G.
El gobernador del estado no próspero de Veracruz, Javier Duarte de
Ochoa tendría la oportunidad de oro de pasar a la historia de la entidad, como
el mejor gobernante en la historia, de llegar a cumplir la promesa que les hizo
a los integrantes de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción la
CMIC, en el sentido de que se van a eliminar el burocratismo, la corrupción y
se dinamizarán la transparencia den los recursos.
En una comida con los constructores veracruzanos, en la que estuvo el
presidente nacional de esa agrupación Luis Fernando Zárate Rocha, el
gobernador Javier Duarte de Ochoa se
comprometió a que en fecha próxima –no dijo cuando- se habrán de firmar una
serie de convenios para poner fin a la corrupción que se maneja en torno a las
licitaciones y contratos millonarios de obras públicas.
En un mensaje breve, el ejecutivo estatal aseguró que el acuerdo tiene
como propósito “acabar con el burocratismo y la corrupción, principal enemigo
de la construcción en Veracruz, en el país y posiblemente en el mundo”.
“Se acabará con el diezmo, queremos kilómetros de mil metros y no de
ochocientos.
Desterrar esas prácticas que muchas veces, son tan arraigadas en
nuestra cultura.
Los moches, los diezmos, y los veintiesmos.
Poder dinamizar con mayor transparencia en el uso de los recursos, que
esas prácticas se traduzcan en mayor calidad de obra, que los recursos se apliquen
para que los espesores de las carpetas, lo que es el tamaño y la dimensión de
la obra, que sean kilómetros de mil metros y no de ochocientos.
Que se establezcan obras que verdaderamente perduren, ese es el sello
que quiero legar a las próximas generaciones de mi administración, que no sean
obras que las inauguremos y a los pocos meses estén tapando los baches en la
primera tormenta que pase.
Que sean obras para siempre, al menos, para muchos años, que permitan
el desarrollo y el crecimiento de Veracruz.
Que se apliquen correctamente los recursos, que con tanto esmero y
dedicación, los veracruzanos aportan para su desarrollo y que lleguen a donde
tienen que llegar.
Por eso es que decimos al principio de esta columna, que el gobernador
Javier Duarte de Ochoa tiene la posibilidad de pasar a la historia como el
mejor gobernante que ha tenido, superando incluso al paladín de la honradez y
la honestidad don Adolfo Ruiz Cortines, el generalísimo Heriberto Jara o el
mismo don Teodoro A. Dehesa, por mencionar algunos de los más ilustres, pero
que serían superados por el mandatario actual, si como lo anunció habrá de
poner fin a la corrupción que es el mal que corroe las entrañas de la
administración.
Porque de otra manera, en caso de que no se cumpliera con lo anunciado,
pasará a ser una promesa más, de esas que hemos venido escuchando por cientos
en los últimos tres años, de que estamos muy bien, de que no pasa nada, de que
somos el estado próspero, de que vamos hacia adelante, etc. etc.
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