El cambio en Comunicación Social

Por Miguel Angel Cristiani G.

La tarde de este miércoles se habrá de llevar a cabo el relevo en la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado, entregará la estafeta Juan Octavio Pavón al tuxpeño Alberto Silva Ramos, quien retornará a ese puesto luego de un peregrinar por otras posiciones políticas, en lo que pareciera que será al que le toque bajar la cortina en la presente administración estatal.

Juan Octavio Pavón es un funcionario que ha demostrado su capacidad en los cargos públicos que ha desempeñado, de hecho le correspondió en el breve tiempo que estuvo al frente de la Coordinación General de Comunicación Social, realizar la modernización y reestructuración de la dependencia.

Pero lo cierto es que también le tocó una etapa crítica, de hechos relacionados con otras instancias, pero que finalmente vendrían a repercutir en la imagen del gobierno.

También hay que apuntar que en la situación de crisis financiera que se ha vivido, prácticamente se puede decir que al Coordinador de Comunicación Social lo mandan al frente de batalla pero sin balas para disparar.

Alberto Silva Ramos ya estuvo despachando en Palacio de Gobierno en las antiguas oficinas de Comunicación Social, pero fueron otros tiempos y otras circunstancias, durante los meses que estuvo ahí, si bien es cierto que abrió las puertas al diálogo con los comunicadores –que habían sido cerradas durante la etapa de los primeros años que le correspondió despachar a Gina Domínguez Colío- muy pocos fueron los resultados efectivos.

Los últimos meses de toda administración estatal, son los que de alguna manera definen y marcan lo que será recordado por la población.

Así ya sido en las administraciones de Agustín Acosta Lagunes, Fernando Gutiérrez Barrios, Patricio Chirinos, Miguel Alemán Velasco y Fidel Herrera Beltrán.

En cuanto a la relación con “la prensa” hay que recordar que incluso Acosta Lagunes estando en campaña se peleó con el director y dueño del Diario de Xalapa don Rubén Pabello Acosta, pero al final de su gobierno, siendo Yayo Gutiérrez su jefe de prensa, logró que se conciliaran y publicaran en el periódico a ocho columnas casi a diario, las obras de esa administración.

Pero nada de esos es gratis.

Ahora que Alberto Silva Ramos regresa a Comunicación Social, para terminar el sexenio de Javier Duarte de Ochoa, habrá que ver si se logra establecer los puentes de comunicación que permitan, -más allá de responder mensajes en twiter- al menos atenuar los golpes que en la salida de un gobierno son el material preferido de los candidatos en campaña.

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