Muerte de peces en Veracruz, sin una explicación creíble

Tienen toda la razón del mundo los pescadores de Antón Lizardo para pedir que sean Organizaciones No Gubernamentales, las que encabecen las investigaciones sobre la muerte de peces que se han venido registrando en fecha recientes en el litoral veracruzano y que hasta el momento, ninguna autoridad, federal o estatal ha podido dar una explicación contundente y real al respecto.

En ese afán de querer hacernos creer que en el estado próspero de Veracruz, no pasa nada, que estamos en la tierra maravillosa, las autoridades tratan de negar cualquier hecho que ocurre y que pueda poner en peligro esa visión de que “todo está bien”.

Cuando primero aparecieron unas tortugas, se dijo que habían muerto ya desde hace muchos días.

Luego apareció una ballena de nueve metros de largo, entonces se especuló con que se había extraviado.

Más adelante las 300 rayas que se localizaron en la playa, se acusó que posiblemente los pescadores, les cortaron las aletas y el cuerpo lo dejaron abandonado, como si los pescadores fueran tontos y pescaran para venir a botar a la arena los animales capturados.

Pero la lista de “apariciones” de peses muertos continua, 26 jureles, 10 peces “bonitos” fueron encontrados en la playa El Jiote.

Lo bueno es que hasta hoy, todavía no aparece ninguna persona intoxicada por haber comido algún pescado contaminado.

Aunque ya las autoridades han salido a descartar que la muerte de especies marinas se deba a la contaminación por algún producto, ya que aseguran que los “niveles” están dentro de la norma.

Pero ya casi han pasado más de dos semanas desde que empezaron a encontrarse las especies marinas muertas en las playas del litoral veracruzano, pero como si no se tratara de un asunto de la mayor relevancia, esta es la hora en la que todavía, ninguna dependencia federal o estatal ha podido determinar científicamente la causa o las causas por las que los peces aparecen muertos en las playas jarochas.

Sin embargo, los pescadores, sin tanta alharaca y recursos tecnológicos, han dicho terminantemente que los peces muertos no son producto de la pesca, pues ya quisieran ello poder atrapar esas cantidades, para venderlos.

Atribuyen ellos esos daños al medio ambiente, a la embarcación SRV-Alizée, que realiza trabajos de implosión en la zona para PEMEX y que podría estar afectando no solo a las especies de peces, sino también los bancos de corales y arrecifes veracruzanos.

 Pero así van transcurriendo los días, en que van apareciendo nuevos descubrimientos de restos de otras especies marinas en las costas de Veracruz y Alvarado, sin que ninguna autoridad pueda salir a dar una explicación creíble de lo que está aconteciendo en nuestros litorales.

Porque no se explica de otra manera, el que se tarden tanto en dar a conocer los resultados de las autopsias practicadas a los peces muertos, a menos que de eso se trate, de darle largas al asunto, para que quienes están dañando el medio ambiente, puedan seguir operando impunemente, hasta que concluyan sus maniobras y ya nada pueda hacerse para evitarlo.

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