Camuflaje o desaparación de 16 organismos estatales

Seguramente que ningún veracruzano –salvo aquellos que estaban disfrutando de las miles de presupuesto- estaría en contra de la medida anunciada por el gobernador Javier Duarte de Ochoa de desaparecer 16 organismos públicos descentralizados.

Como también es cierto, que esos 16 organismos en muy poco contribuían a los propósitos –que en su momento también fueron justificados- pero que en los hechos únicamente representaban una carga para el presupuesto y las finanzas públicas estatales, que ya no sabe en donde escarbar para sacar más dinero.

Aunque para efectos mediáticos se dijo que son 16 dependencias las que desaparecían, la verdad es que no son borradas del todo, ya que los recursos humanos y materiales pasan a las secretarías o dependencias que ya existen en el sector.

Sería interesante darle una revisada a los decretos y leyes que regulaban esos 16 organismos, que para su creación, también debió de asegurarse que no representaban duplicidad de funciones no obstante, que en mayoría efectuaban actividades que correspondían a otras dependencias dentro de la estructura gubernamental y que son las que ahora las estarán absorbiendo.

Que bueno que el gobernador de Veracruz tiene claro que: “La sociedad exige una administración pública que atienda sus necesidades y responda a sus expectativas de contar con mejores herramientas para cumplir con sus propios objetivos, que impulse el empleo, desarrolle infraestructura y servicios públicos que mejoren el nivel de vida de la gente”.

Por eso también sería muy recomendable que el ejecutivo estatal transparentara las medidas presupuestales que a su nivel de oficina de gobierno se han adoptado para generar ahorros presupuestales que se aplicarán –seguramente en beneficio de los veracruzanos.

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