Turismo en Veracruz a la Baja

Aunque ninguna autoridad estatal o municipal se atrevería a reconocerlo, lo cierto es que las tradicionales fiestas del Carnaval de Veracruz 2011 en su versión 87 no alcanzaron las expectativas que se tenían contempladas y que se habían dado a conocer en el sentido de que se esperaba la visita de un millón de turistas y una vez concluidos los desfiles de fin de semana, se informa que solamente llegaron medio millón.

Es decir, la mitad de lo que se tenía contemplado.

Vale la pena analizar cuales son los motivos que pueden haber contribuido a la drástica disminución de visitantes.

En primer lugar, la crítica situación económica que viven la mayoría de los veracruzanos, que aunque las autoridades estatales en sus campañas de publicidad tratan de convencernos de que vivimos en un estado próspero, los hechos, nos revelan todo lo contrario.

Incluso vecinos del mismo puerto de Veracruz, comentaron que no podían ir a presenciar los desfiles de carnaval por no contar con los recursos económicos necesarios y es que una familia formada por los padres y tres hijos, suman cinco pasejes de camión urbano y bocas a las que hay que dar de comer, cuando menos refrescos y tortas.

Otro factor que pudo haber contribuido a que fuera mucho menor el número de visitantes, es el anuncio de que no se permitiría que se quedaran a dormir en las playas, como lo habían venido haciendo desde siempre muchos jóvenes que tampoco tienen recursos suficientes para pagar un hotel.

Tampoco hay que dejar de notar las reiteradas declaraciones de los funcionarios estatales y municipales –desde el gobernador Javier Duarte de Ochoa, la secretaria de turismo, Leticia Perlasca y el secretario de Seguridad Pública, Sergio López Esquer; la secretaria de protección civil, Nohemí Guzmán Lagunes y la presidente municipal del puerto Carolina Gudiño en el sentido de que estaba plenamente garantizada la seguridad de los paseantes.

Todos sabemos que en México cuando una autoridad dice o declara que algo va a ocurrir es porque se trata de todo lo contrario, por ello en lugar de crear confianza, las declaraciones de que la seguridad estaba garantizada y que no había de que preocuparse, pues al parecer generó todo lo contrario, suspicacias de que podría ocurrir algo.

Para colmo, algún brillante organizador del desfile de carnaval se le ocurre abrir los desfiles del carnaval con policías antimotines –como si se tratara de una parada militar y no una fiesta del pueblo- para mostrar la capacidad de respuesta en caso de que se presentara alguna manifestación violenta.

Un detalle más que se pudo apreciar durante las transmisiones de televisión, que no había suficiente organización, pues los marinos que generalmente van acompañando a los carros alegóricos y comparsas no abrían el espacio en el carril del desfiles y entonces los “alegres” jarochos que querían salir en tv, se atravesaban y cerraban el paso a las ejecuciones de los integrantes de las comparsas, que de esa manera no dejaban lucir el trabajo de varios meses de preparación.

Lo bueno es que según la secretaria de turismo Leticia Perlasca el gobernador Javier Duarte de Ochoa ha señalado que el turismo será prioritario en el desarrollo y futuro de Veracruz y que el gobierno del estado le ha apostado todo a la industria sin chimeneas, porque la experiencia de otros países ha demostrado que el turismo es fundamental para reactivar la economía, generar empleo y bienestar social para la población.

Pero al menos con dos de las más importantes fiestas tradicionales la de los Brujos de Catemaco el primer viernes de marzo y las fiestas del Carnaval de Veracruz, no se han visto resultados efectivos para lograr atraer más turistas y visitantes.

Habrá que preguntar entonces a la secretaría de Turismo: ¿Tú cual plan?

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