Extorsionadores de Tránsito


No habíamos tenido oportunidad de comentar el acuerdo del Cabildo xalapeño aprobado hace unos días, de reducir las multas que –supuestamente- cometemos los automovilistas en la capital del estado, como una medida para evitar y combatir los actos de corrupción que se dan por parte de los agentes de tránsito.

Uno se pregunta sino hubiera sido más efectivo y sencillo correr a los corruptos que en lugar de cumplir con las tareas que debieran realizar, lo cierto es que se dedican a extorsionar a todos tipo de conductores que circulan por las calles y avenidas de la capital del estado de Veracruz.

Para evitar que los agentes de Tránsito de Xalapa continúen realizando actos de corrupción que ponen en jaque a la ciudadanía, el Cabildo xalapeño aprobó en sesión reducir las multas que se aplican a la población por cometer infracciones al reglamento de Tránsito.

Resulta que a los recién instalados funcionarios municipales, se les ocurrió que bajando el monto que se tiene que pagar por diversas infracciones como es: manejar a exceso de velocidad, no contar con engomado o con la verificación vehicular, habría de bajar también los actos de corrupción de los agentes de tránsito.

Pero eso no es así, en principio porque las referidas infracciones no son las más comunes que se cometen por los conductores, como es el pasarse un alto, dar vuelta en lugar prohibido o estacionarse en un lugar no permitido, entonces, de que se trata, simplemente de una medida mediática para que todo mundo diga a que bien, van a bajar las multas.

Para muestra un botón, un chofer de taxi que supuestamente había cometido la infracción de “cambiar de carril sin hacer la señal” fue detenido por los oficiales de la patrulla 216 y en caliente le pidieron que “cómo iban a solucionar el problema” a lo que el chofer les entregó la licencia y la tarjeta de circulación, para que le levantaran la infracción. Lo que “indignó” a los servidores públicos que le eventaron la tarjeta de circulación y le dijeron que la licencia la tenía que ir a recoger a la Central de Abastos en donde están las oficinas de tránsito municipal.

El chofer no solo denunció el acto de corrupción, sino que fue a las oficinas del  municipio en donde le dijeron que “no se podía hacer nada al respecto”.

Entonces podemos comprobar que de nada sirve “bajar” el monto de las multas, mientras no se corra a los empleados de tránsito que en lugar de trabajar para lo que están contratados, se dedican a extorsionar con la complacencia de todo tipo de autoridades.

Por cierto, el acuerdo del cabildo en donde se establecen las infracciones que serían bajadas de monto, hasta hoy jueves, todavía no se publica en la página de internet del ayuntamiento xalapeño.

El objetivo de esta medida es que ante las multas por infracciones, manejar a exceso de velocidad, no contar con engomado o con la verificación vehicular, los infractores prefieran pagar la sanción administrativa que "arreglarse" con el agente de esa corporación.

Muerto el perro, se acabó la rabia.

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