Por Miguel Angel Cristiani Glez.
Es bien sabido y reconocido que la función del llamado Poder Legislativo
es básicamente la de levantar el dedo para aprobar las iniciativas de ley que
les envía a los diputados el titular del Poder Ejecutivo.
Incluso se ha llegado a decir que el gobernador en turno es el gran
legislador, porque todas las iniciativas, propuestas y decretos que presenta,
automáticamente serán tratadas y aprobadas por los señores y señoras diputados
del Congreso Local.
Esa es la mejor justificación que tienen los diputados de oposición para
no presentar propuestas de creación o modificación de las leyes y reglamentos
en vigor.
Por ello resulta interesante, el hecho de que el diputado Jesús Vázquez
González haya –cuando menos- subido a la tribuna para hacer un pronunciamiento
para eliminar el llamado “fuero constitucional” de que gozan algunos
funcionarios públicos, gobernadores, presidentes municipales y diputados, para no ser detenidos en
ejercicio de sus funciones.
Pero lo que debería de ser un elemento para la defensa de los
funcionarios, se ha convertido con el paso del tiempo, en un escudo que les
protege de poder cometer toda clase de actos de corrupción y transgresión de la
ley, porque piensan que nada les pasará.
Nada más, para no ir muy lejos, los tres casos de presidentes
municipales, el de Medellín, el de Fortín –sin flores- y el de Coatepec, son
los mejores ejemplos de que el llamado fuero constitucional, para lo único que
sirve es para que quienes cometen algún delito, puedan huir sin ser castigados.
Si bien es cierto que el fuero se refiere a la inmunidad que se supone deben
de tener los diputados y senadores para poder expresar libremente sus ideas, lo
cierto es que el fuero a nivel municipal, se ha convertido como un sinónimo de
impunidad, que permite a los funcionarios delincuentes actuar con toda
libertad.
Si la ley y sus “bondades” obliga a que el trámite de desafuero, como el
que se está haciendo en estos momentos al todavía alcalde de licencia del
municipio de Coatepec, Roberto Pérez sea lento y tardado, que lleve más de mes
y días para poder dar resolución, es necesario cambiar la ley como lo propone
el diputado Jesús Vázquez González.
No se justifica de ninguna manera el que existan tantas facilidades para
quienes ya vienen señalados como posibles delincuentes en un proceso judicial,
porque finalmente los diputados no son jueces, para poder decidir la culpabilidad o
inocencia de algún alcalde.
Entonces si la figura del fuero constitucional para los presidentes
municipales, para lo único que sirve es para que puedan ser advertidos de que
deben ampararse y en el peor de los casos salir huyendo, no tiene ninguna razón
de ser esa normatividad.
Se supone que los diputados deben de legislar para proteger los
intereses de la ciudadanía, en contra de actos de prepotencia y corrupción, no
para proteger y salvar de la acción de la justicia a delincuentes y criminales,
que son los que aprovechan del fuero constitucional.
Si en algún momento de la historia de nuestro país, se tuvieron razones
justificadas para otorgar el fuero a determinados funcionarios, los hechos hoy
en día, obligan a que se les retire esa protección, que forma parte del escudo
para los corruptos y criminales.
Pero como lamentablemente el pronunciamiento en contra del fuero
constitucional a los alcaldes no procede de una iniciativa del Poder Ejecutivo,
seguramente que pasará a dormir los sueños de justos y no será dictaminada y
menos aprobada.
Bien dice el filósofo del pueblo Pancho López
Por eso estamos como estamos, cuando las leyes y quienes se encargan de
legislar, protegen a los delincuentes, en lugar de sancionarlos.
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