Por Miguel Angel Cristiani Glez.
Como dice la canción, a dónde irán las golondrinas que de
aquí se van, habría que decir a donde van a parar las piezas arqueológicas que
de distintas partes del estado son descubiertas y que supuestamente están en
poder del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En numerosas ocasiones se han localizado sitios
arqueológicos que contienen un buen número de piezas de las culturas
originales, se presentan supuestos investigadores del INAH que recogen las
piezas y se las llevan sin que se vuelva a saber nada de ellas.
Nos tocó ser testigos cuando se iniciaron las obras de la
autopista México Tuxpan, se encontraron varios montículos con entierros
prehispánicos, con ricas ofrendas y piezas arqueológicas.
Se presentaron los “investigadores” del INAH y pararon la
obra durante una semana, para poder escarbar y llevarse todas las piezas que ahí
se descubrieron.
Hasta rentaron una casa en Tuxpan, para almacenar en cajas
de cartón todo lo que se recabó.
Pero hasta la fecha, nunca más se volvió a hablar ni saber
nada del asunto.
Lo anterior viene a colación ahora que el periódico Reforma
publica una nota en la que se asegura que entre los años 2006 y 2014, la PGR
aseguró un millar de piezas arqueológicas en posesión ilegal de distintas
personas, incluso organizaciones criminales. Sin embargo, se desconocía el
paradero de más de 700, puesto que el INAH, su depositario legal, afirmaba que
no estaban bajo su resguardo.
La Procuraduría insiste que entregó los objetos al
Instituto.
De acuerdo con un nuevo documento que la dependencia hizo
llegar a REFORMA, y que difiere de información anteriormente entregada vía
transparencia, de las 979 piezas aseguradas en ese periodo, 35 fueron
destruidas por resultar apócrifas, 16 se encuentran en el extranjero en espera
de repatriación y las demás fueron entregadas a los Centros INAH de nueve
entidades federativas.
Los centros enlistados, según la fiscalía, son los del
Distrito Federal, San Luis Potosí, Campeche, Colima, Estado de México, Morelos,
Puebla, Sonora y Veracruz, además del Museo Nacional de Antropología (MNA).
No obstante, no se aclara por qué el INAH reporta en una
respuesta de transparencia que no recibió ninguna pieza y que no tiene registro
alguno de aseguramientos, esto entre los años 2006 y 2009.
Restando las piezas falsas y las que no han llegado al País,
se sigue desconociendo el paradero de más de 700.
Un ejemplo notorio de las discrepancias lo arroja la
averiguación previa AP/PGR/163/ UEIDAPLE/LE/4/2007, cuya conclusión, según la
PGR, fue que al MNA se le entregaran 557 piezas arqueológicas.
Esta cifra no había sido indicada por la PGR en la relación
de aseguramientos que antes había proporcionado a este medio vía transparencia,
y donde ese año, 2007, sólo se reportaba la recuperación de 59 objetos.
De cualquier forma, y de acuerdo a lo estipulado en la Ley
Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, y el
convenio marco entre ambas instituciones, el INAH debió ser notificado ese año
sobre aseguramiento alguno. Asimismo, debió registrar la recepción de las más
de 500 piezas y, de ahí, al MNA. Nada de eso, sin embargo, sucedió.
En respuesta a una solicitud de información, el Instituto,
que no ha atendido a las reiteradas peticiones de información por parte de
REFORMA, respondió lo siguiente vía transparencia: "Después de haber
realizado una búsqueda exhaustiva en los archivos con los que cuenta esta
Unidad Jurídica, durante los años de 2006 a 2009, no se tiene registro de
piezas aseguradas por la Procuraduría General de la República".
Producto de la misma información, Antropología reporta que
la PGR le entregó únicamente 267 piezas entre los años 2006 y 2014.
El nuevo documento de la PGR muestra falta de precisión en
los registros que posee en cuanto a aseguramientos de patrimonio.
En algunos casos, la dependencia no reporta adecuadamente el
número de piezas recuperadas.
Eso pasa con la averiguación
AP/PGR/DDF/SZC/CAM/2141/2010-04, en la que "10 figurillas, 101 fragmentos,
59 objetos" sólo se contabilizan como 58 piezas.
Otros aseguramientos, como uno realizado en Campeche en
2012, ni siquiera se incluyen en sus registros.
Así las cosas, solo queda cuestionarse “ a donde van a parar
todas las piezas que supuestamente recogen investigadores del INAH y que nunca
más se vuelve a saber nada de ellas.”
Advierte el filósofo del pueblo Pancho López:
Que pese a los intentos de amedrentar a la población para
que no acuda a votar, el robo de boletas, el incendio de oficinas del INE en
Xalapa, no tendrán un mayor efecto desalentador, ya que quienes han decidido
ya, saldrán a votar y según el pronóstico del tiempo habrá un día con sol.
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