La corrupción somos todos

Por Miguel Angel Cristiani Glez.

Aunque las 11 reformas propuestas por el presidente Enrique Peña Nieto y sus leyes secundarias han sido aprobadas, luego de que han transcurrido ya más de siete meses de que fue presentada en la Cámara de Diputados la creación de una comisión nacional anticorrupción, que debería de haber sido la primera en ser aprobada, se encuentra “congelada” y los distintos partidos políticos no tienen el menor interés en que comience a funcionar.

Las famosas 11 reformas estructurales, son la bandera política de la actual administración, que incluso ha sido cacareada en foro internacionales, como la asamblea general de la Organización de las Naciones Unidas, en donde estuvo esta semana el presidente Enrique Peña Nieto.

Pero de la creación de la comisión nacional anticorrupción, no se ha vuelto a pronunciar una sola palabra, los líderes de los grupos parlamentarios no han acordado siquiera la fecha para iniciar la discusión, mucho menos llegar a su aprobación y puesta en marcha.

Sin embargo, todas las reformas aprobadas y sus leyes secundarias, de muy poco sirven, si se sigue operando en un sistema político, en donde la corrupción es la norma máxima que rige en casi todas las funciones de gobierno.

De nada servirá la reforma energética, si gracias a la corrupción, los contratos se siguen entregando a los líderes sindicales, los familiares del presidente en turno o a los amigos prestanombres de empresas fantasmas.

Lo mismo ocurrirá con todas las demás reformas estructurales, mientras la corrupción sea el mayor problema en nuestro país, se podrán hacer todos los cambios, reformas y modificaciones que se quieran a las leyes, pero el cáncer de la corrupción, seguirá corroyendo todas las instituciones en donde se practica.

Por su parte, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) argumenta que el asunto debe analizarse con detenimiento y que otras iniciativas han ocupado la agenda legislativa de 2014.

Del otro lado, las principales fuerzas de oposición, los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), acusan falta de interés de parte del PRI y del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, a pesar de que el mandatario prometió impulsar esta propuesta incluso desde antes de asumir el poder.

A través de la bancada del PRI, Peña Nieto presentó la iniciativa al Senado en noviembre de 2012 —dos semanas antes de tomar la Presidencia—, cuando argumentó que la creación de este nuevo órgano serviría para combatir un problema que la sociedad considera grave.

Esto se refleja, por ejemplo, en que la corrupción es el tercer problema que más preocupa a los mexicanos, detrás de la inseguridad y el desempleo, según una encuesta que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer en junio pasado.

Además, en 2013, México ocupó el lugar 109 de 177 países en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional (TI), con una calificación de apenas 34 puntos de 100 posibles.

En un reporte de la CNN en nuestro país se apunta:

La iniciativa presidencial en la materia permaneció más de un año detenida en la Cámara alta hasta que, en diciembre de 2013, luego de que las bancadas resolvieron desacuerdos y se integraron algunas propuestas de senadores del PAN y del PRD, el texto quedó aprobado en el pleno y se envió a la Cámara de Diputados para su revisión.

La minuta se encuentra desde el 4 de febrero pasado en las comisiones de Puntos Constitucionales y de Transparencia y Anticorrupción de San Lázaro, donde los legisladores difieren sobre aspectos como de qué forma tendría que coordinarse el nuevo órgano con otras instituciones o si debe tener o no facultades para imponer sanciones.

La priista Areli Madrid Tovilla, presidenta de la Comisión de Transparencia y Anticorrupción, señaló que el tema se ha analizado al interior de cada grupo parlamentario y en foros con especialistas. Sin embargo, reconoció que aún no hay acuerdos sobre cuándo comenzará la dictaminación.

“En cuanto tengamos la oportunidad, habrá una reunión de manera colegiada en donde lo podamos resolver. Por lo pronto, todavía no hemos afinado detalles… todavía no podemos dar nosotros fecha tentativa”.

Los pretextos y las excusas sobran, para no establecer mecanismos para combatir la corrupción, total que prisa hay.

Bien lo dice el filósofo de mi pueblo Pancho López, “la corrupción somos todos”.

Si meten a la cárcel a todos los corruptos, ¿Quién cerrará la puerta?.

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