Gasto Público, la historia que se repite

Dicen en mi rancho, que “los pueblos que no aprenden de su historia, están condenados a repetirla” esto es por ahora, a más de un año de haber iniciado la administración, se anuncia que el gobernador Javier Duarte de Ochoa emitió los Lineamientos para el Control y Contención del Gasto Público de la entidad veracruzana.

No obstante, que desde el año pasado se había anunciado también que se habían tomado ya las medidas necesarias para poner orden en la administración –como si no hubiera orden- a efecto de contar con mayores recursos económicos.

Ahora, nuevamente, se anuncian los Lineamientos para el Control y Contención del Gasto Público, que no son otra cosa que una serie de “medidas de austeridad” para tratar de evitar mayores gastos y obtener mayores recursos.

No tiene nada de novedad, al inicio de todas las administraciones estatales, se anuncian con bombo y platillo, una serie de medidas que se suponen tienen como finalidad economizar en el gasto de las dependencias estatales.

Lo único que cambia es el nombre con que se le identifica, pero si revisamos los archivos, encontraremos que son prácticamente los mismos puntos, no se crearán nuevas plazas, no se pagarán contrataciones que no estén autorizadas por Finanzas, no se gastará en lo que no sea indispensable.

Siempre es lo mismo, pero en la medida en que va avanzando el sexenio, esas reglas estrictas, se van convirtiendo en letra muerta, en el discurso político se dice una cosa, pero en el ejercicio del “pinche poder” se hace otra.

Así ocurrió en el pasado reciente, cuando el ahora gobernador del estado próspero de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa era Secretario de Finanzas y Planeación, responsable del cumplimiento de esos lineamientos de austeridad, pero que al final del sexenio, llevaron a los veracruzanos a tener que pagar los resultados de un desorden y derroche de recursos, que ahora se están calculando ya en cerca de 60 mil millones de pesos.

Comentábamos que los pueblos que no aprenden de su historia están condenados a repetirla y es que nada más hay que recordar que el 4 de febrero del 2009, el entonces gobernador del Estado Fidel Herrera Beltrán, instaló el “Comité Para el Ahorro Presupuestal de la Administración Pública Estatal”, en la sala de Banderas del Palacio de Gobierno.

Ahí ante representantes de los distintos sectores sociales el gobernador en turno aseguró:

“La misma determinación que nos llevó el 29 de diciembre a continuar con el planteamiento de Veracruz para evitar que los efectos más negativos de la recesión, que lastima al planeta y a parte de la nación, dañen a las familias veracruzanas a través de  nuestro acuerdo para implementar la inmediata aplicación de los recursos presupuestales federales, estatales y municipales, y por esa vía convocar a la inversión particular y a todas las fuerzas productivas, nos trae ahora a la instalación de este Comité para el Ahorro Presupuestal de la Administración Pública Estatal.

Esta es una línea consecuente con lo que señala el Plan Veracruzano  de Desarrollo y que en cada etapa de la administración ha contado con  instrumentos para buscar en el ahorro fortalezas, para evitar duplicidades, multiplicidades, y la tendencia, a veces casi natural, al uso abusivo de recursos que por abundantes o por no costarle al patrimonio individual del servidor público, no aprecia en su exacta dimensión, energía eléctrica, agua, papel y tantos otros elementos materiales, que pueden y deben ser racionalizados para su reuso y para su utilización correcta, contribuyendo así no sólo a las causas del estado para tener recursos que se puedan destinar a reparar carreteras, construir sistemas de agua o llevar electrificación; a combatir la pobreza, sino también a la sustentabilidad.

Hoy aquí, al instalar el Comité para el Ahorro Presupuestal, lo hacemos reconociendo la situación económica actual que exige que todo mundo aporte algo para ser consecuentes con lo que el ciudadano de la banqueta, la familia del medio rural, el veracruzano que no tiene niveles de ingreso permanente, viven y sienten.

Queremos con el ejemplo promover la articulación de la fuerza de la sociedad para enfrentar la crisis, para inculcar desde la etapa de la niñez, la disciplina del ahorro y también, con el ejemplo en la administración, dar cuentas sobre un uso eficiente, transparente y responsable de los recursos públicos, que siempre resultan más limitados que el tamaño de las necesidades o las reclamaciones de la sociedad. Mantener por un lado las finanzas sanas, aplicar con oportunidad los recursos que la sociedad ha puesto a nuestro cuidado y ahorrar todo lo necesario sin llegar a la ramplonería, pero  siendo eficaces.

Con dignidad podemos desarrollar las líneas de control en la austeridad republicana con disciplina, transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos materiales y humanos y dar cuentas mejores a los veracruzanos; hacer más con menos y hacer mucho más, aportando todos lo que esté a nuestro alcance.

Se trata de que a través del órgano legal, que es la Contraloría General, la administración pública central mande un mensaje para elaborar programas de ahorro en los otros poderes, el Legislativo y el Judicial, y en los ayuntamientos del estado.

Se trata de que busquen cómo aplicar el gasto corriente con reducciones, generar economías, y en servicios tales como el de telefonía y el de traslados, amén del de alimentos, de otros rubros, podamos sentar el ejemplo de uso adecuado y correcto de los recursos.

No se trata de ninguna manera de los excesos que a veces ocultan las parcialidades o las discrecionalidades. Se trata auténticamente de cuidar cada centavo y cada peso para que podamos hacer más obras, más proyectos productivos y generar más oportunidades de empleo; se trata  de direccionar las fortalezas hacia aquellos aspectos que puedan generar, a su vez, más resistencia en el ingreso de las familias y generar oportunidades para nuestra gente.

Por eso la creación de este Comité para el Ahorro Presupuestal de la Administración Pública Estatal busca ser un organismo de regulación, de control, pero básicamente de ejemplo para atender con oportunidad reclamos de esta hora.

Se trata de que ahora sí, esta lucha del Ejecutivo para que de un gobierno bodeguero, con una tendencia tan innata a la acumulación y al ahorro, se convierta en un gobierno que lleve estos bienes y servicios a toda la sociedad, y que los inventarios en sistemas  de educación, salud, obras públicas, tengan una utilización adecuada y enlazada a los objetivos que significa el pago de tantos recursos con la renta de tanto espacios físicos, en donde a veces se olvidan los bienes y éstos lejos de remediar los males se vuelven un mal en sí mismo.

Esta estrategia tiene que ver con mucho de lo que la sociedad espera de los servidores públicos. Si aunque en los términos macroeconómicos ajustar los salarios y reducir los gastos generando ahorros no tiene un impacto en las cuentas o en los comportamientos, sí predicar con el ejemplo busca multiplicar  las fortalezas de la sociedad que en su conjunto ve con buenos ojos, que quienes son mandatarios interpreten los designios de la voluntad popular y prediquen con el ejemplo que, afortunadamente, luego del Ejecutivo, en cuanto  hace a la reducción del sueldo, ha sido adoptado por los legisladores del Congreso en una actitud solidaria con el entorno económico que viven las familias veracruzanas.

Hoy redoblo mi instrucción a la Secretaría de Finanzas y Planeación, a todas las direcciones  administrativas y a las oficialías mayores y a la Contraloría General para que con dinamismo, sin el clásico burocratismo del pase por siete diversas instancias que ahogan la oportuna aplicación de los recursos, se desarrollen programas de ahorro eficaces, dinámicos, lógicos, racionales, no excesivos o inhibitorios de áreas y servicios donde tenemos que aplicar todas las disponibilidades para que se puedan cumplir con eficacia e inmediatez en servicios como el de seguridad pública, salud y comunicaciones, que son con los de agricultura y ganadería y la promoción de los empleos y las inversiones, de carácter prioritario.

Esa es una medida que no busca alcanzar popularidad, sino enviar un mensaje que tenemos que compartir todos y decir que si bien reconocemos que hay dificultades, estamos preparados para afrontarlas  y que Veracruz es más fuerte que cualquier reto o dificultad. Afortunadamente, en nuestro estado los estragos de la recesión no se han hecho sentir con la misma fuerza que en otras partes de la nación, ni queremos que esto ocurra. Por eso nos estamos preparando y fortaleciendo.

Por eso hemos aceptado la invitación del Senado de la República para concurrir a las reuniones de análisis y propuestas en materia de contención de la crisis y de procuración de medidas que la alejen de nuestro entorno, el próximo lunes, y por eso hoy en la introducción de este Comité renuevo mi compromiso de trabajo para que Veracruz viva y progrese y crezca en medio de dificultades muy especiales.

Sé que cuento con el aliento, la compresión y el respaldo de ustedes; que tiene que replicarse y reflejarse en un ámbito fraternal, afectuoso y cariñoso con los trabajadores del estado, cuyos derechos están garantizados y cuya participación es fundamental para uno y otro de los objetivos que aquí hemos hablado: trabajar más, dar más resultados y ahorrar en la medida de los posible, mucho más para que Veracruz avance con más fuerza”.

No pos si, en el discurso mucha austeridad y eficacia, pero entonces ¿la deuda por miles de millones de pesos, -que no se ha podido cuantificar- que nadie sabe a dónde fueron a parar, y que seguimos pagando los veracruzanos, a qué hora y cómo se gastó?

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