Terrorismo Informativo

Nuevamente se vuelven a presentar situaciones de falsas alertas sobre presuntos atentados en instituciones educativas, ahora fue en la capital del estado en Xalapa, en la Unidad de Ciencias de la Salud, en donde ayer por la mañana, se reportó una falsa alarma sobre la colocación de un aparato explosivo, lo que motivó el desalojo de estudiantes, maestros y personal administrativo.

Como es bien sabido ya, la semana pasada, fueron detenidos en el puerto de Veracruz dos Twitteros por haber difundido datos que resultaron falsos sobre el secuestro de alumnos en escuelas, lo que motivó que padres de familia acudieran a sacar a sus hijos de los planteles educativos ante el temor de que resultaran ciertos.

Aquí en Xalapa, sucede algo semejante, con las llamadas anónimas a las autoridades para avisar de hechos que cuando se acude a corroborarlos, resulta que son falsos, lo que de acuerdo con lo establecido en el código penal de Veracruz, bien cabe también en lo que ahora se ha tipificado como terrorismo tipificado, ya que se apunta que: “A quien utilizando explosivos, substancias tóxicas, armas de fuego o por incendio, inundación o por cualquier otro medio realice actos en contra de las personas, las cosas o servicios al público, que produzcan alarma, temor, terror en la población o en un grupo o sector de ella, para perturbar la paz pública o tratar de menoscabar la autoridad del Estado o presionar a ésta para que tome una determinación, se le impondrán de tres a treinta años de prisión, multa hasta de setecientos cincuenta días de salario y suspensión de derechos políticos hasta por cinco años”.

Ayer el blanco de esos rumores fue la Unidad de Ciencias de la Salud de la Universidad Veracruzana, en donde todo el personal fue desalojado de las distintas facultades y escuelas, ante el temor de que pudiera explotar un artefacto explosivo, luego de una llamada telefónica, recibida cerca de las 9 de la mañana, en la que se advertía de que estallaría una bomba.

Se reportó el hecho a las autoridades y provocó la movilización de elementos del ejército, protección civil, bomberos, tránsito del estado, procuraduría de justicia, que acudieron a las instalaciones para comprobar que se trataba de una falsa alarma, pero que provocó que se suspendieran las actividades, el tránsito fue cerrado por espacio de dos horas.

De acuerdo a versiones extraoficiales, se recibieron después otras llamadas anunciando la colocación de bombas en edificios cercanos como son la Secretaría de Finanzas del Estado, en también resultó falsa la llamada.

Otro rumor que circuló en palacio de gobierno, después de medio día, fue que habría renunciado el Procurador General de Justicia del estado (PGJ), Reynaldo Escobar Pérez, quien sería sustituido por Tomás Carrillo, quien hoy ocupa la Secretaría de Desarrollo Agropecuario.

La información del rumor no fue confirmada ni negada.

Lo cierto es, que de acuerdo con lo establecido en el Código Penal del Estado de Veracruz las llamadas falsas que como sucedió ayer, provocan trastornos y psicosis en un sector de la población, bien pueden ser calificadas como actos de terrorismo, por lo que habrá que esperar para ver si también se les investiga, captura y consigna ante las autoridades a los responsables, o simplemente se les califica como “hechos aislados” sin la mayor importancia.