Al inicio de la administración municipal, estatal o federal, es tradicional que el titular o responsable del gobierno anuncie que se habrá de adoptar una serie de acuerdos para lograr un mejor uso de los recursos financieros, por lo que se dan a conocer una serie de medidas de austeridad, que también por lo general, al ir avanzando la administración, se van relajando, para venir a terminar en un verdadero atraco, que popularmente es mejor conocido como los famosos “Años de Hidalgo”.
No hay que ir muy lejos para comprender cabalmente a lo que se refieren esas medidas, tenemos el más claro ejemplo en las administraciones que acaban de salir, que a nivel municipal, la semana próxima se habrán de conocer la lista de alcaldes que saquearon las arcas con desfalcos millonarios.
La enorme deuda multimillonaria que heredó la administración estatal, no ha sido cuantificada oficialmente, pero todo mundo habla de que son miles de millones de pesos los que se deben a proveedores y contratistas.
Por ello, la mañana de ayer el gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa anunció una serie de medidas para apretar el cinturón a todas las dependencias estatales, que tienen como propósito el ahorrar 6 mil millones de pesos, mediante una serie de medidas de austeridad en el gasto.
Ya habrá tiempo para analizar en detalle esas medidas de austeridad y su efectividad, por lo pronto, alguien tiene que “pagar” los platos rotos que quedaron de la anterior administración y todo parece indicar que será el aparato burocrático el que como siempre que se anuncian esas medidas, tendrá que sufrir las consecuencias.
Aunque no hay de que preocuparse, pues después de todo vivimos en Veracruz estado Prospero, o al menos, eso es lo que se nos dice en las campañas publicitarias.
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