Por Miguel Angel
Cristiani Glez.
En los últimos días
en el estado de Veracruz mucho se ha hablado y escrito acerca de la llamada
Reforma Electoral, que entre otros aspectos pretende unificar las fechas en que
se realicen elecciones municipales, estatales y federales en nuestro país, con
el argumento de que se trata de un derroche innecesario de recursos y un
desgaste para la vida democrática, al estar participando la ciudadanía prácticamente
todos los años en votaciones.
Prácticamente todos los partidos políticos representados en el Congreso
Local han dado a conocer sus puntos de vista, de la forma en que a nivel
estatal, se debe de solucionar el tema, inclusive el PAN ha propuesto que en las
próximas elecciones locales los alcaldes sean de un año y los diputados de 2
años, para que se pueda llegar al año 2018 con la renovación de las autoridades
a todos los niveles.
Pero precisamente hasta hace poco, el argumento para aumentar el tiempo
de la representación de los alcaldes a cuatro años, fue precisamente todo lo
contrario, que en tres años no alcanzaba para poder cumplir con una adecuada
administración municipal.
Ahora se pretende, que el gobierno municipal sea de tan solo un año,
con lo que prácticamente tardarían más en andar en campaña, como ya algunos
acelerados andan con sus “fundaciones sociales”, que lo que tardaría en ejercer
el poder. Es bien sabido, que en el primer año de gobierno, las autoridades
municipales apenas si están aprendiendo las funciones y responsabilidades que
tienen encomendadas, por lo que más tardaría en llegar que en tener que
preparar maletas y el famoso año de Hidalgo pasaría a ser el mes de Hidalgo.
Algo semejante ocurre con los señores y señoras diputados, que en
muchas ocasiones han sido criticados de
que únicamente se limitan su función a levantar el dedo, para aprobar
las iniciativas que el coordinador de la mayoría le interesa que sea pasadas.
Aunque el tema que más ha sido abordado por columnistas y analistas
políticos es el de la posibilidad de que se tenga que elegir a un gobernador,
que estaría en el poder solamente dos años, que como ocurre a nivel municipal,
apenas estaría tomando las riendas de la administración, cuando ya tendría que
estar preparando las maletas.
De todas formas, de que hay veracruzanos dispuestos a “sacrificarse”
por un año como alcaldes, dos como diputados o dos como gobernador, la lista es
grande y larga.
En las propuestas o iniciativas de reformas a la Constitución y la ley
electoral solamente se ha contemplado la posibilidad de que los alcaldes y
diputados pudieran ser reelectos, pero hasta ahora ningún diputado ha puesto en
la tribuna de las discusiones, otra posibilidad, de que para evitar tantos
problemas y gastos con mini campañas electorales para mini administraciones
municipales y legislativas, por única
ocasión, se estableciera en un artículo transitorio en la legislación que
deberá ser analizada y aprobada antes del día último del mes, que el actual
mandado de seis años del gobernador Javier Duarte de Ochoa, pudiera prolongarse
esos otros dos años y precisamente el argumento a utilizar sería el mismo que
con alcaldes y diputados, que en lo que resta de la actual administración estatal,
los mejores años son los últimos, en que las inversiones y programas de
desarrollo en la entidad estarán empezando a consolidarse.
Ahí se las dejo de tarea.
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