Por Miguel Ángel Cristiani Glez.
El festival Cumbre Tajín que este año está
celebrando el décimo sexto año de su creación, ha venido de más a menos, en sus
inicios hasta fue criticado por lo que en ese entonces se consideró como un
exceso, pero con el paso de los años, cada vez tiene menos recursos.
Durante la administración del gobernador Miguel
Alemán Velazco, no se escatimaron recursos, prácticamente todas las
dependencias tenían vela en el entierro y las que no también hacían acto de
presencia.
Prácticamente con el personal de todas las
dependencias que acudía durante una semana al evento, se garantizaba que hubiera
una notable participación.
Luego en la pasada administración de Fidel Herrera
Beltrán también se le aportaron los recursos para garantizar su continuidad,
incluso se consiguieron varios reconocimientos a nivel internacional por parte
de la ONU y la OEA.
Hay que recordar que el propósito fundamental
del Festival Cumbre Tajín es el de difundir y proyectar la cultura totonaca.
Entendiendo como cultura su acepción más amplia,
es decir todo lo que hace el hombre, su forma de vida, todas las expresiones no
solamente las relacionadas con las artes, sino las que de manera cotidiana se
llevan a cabo por los distintos pueblos, como son su gastronomía, sus danzas,
su folklore, que en el caso de los totonacas tienen sus orígenes ancestrales.
Lamentablemente, en la actual administración
estatal, que vive una profunda crisis económica y financiera, también ha
alcanzado a la realización del Festival Cumbre Tajín y este año, se ha
informado oficialmente, que no habrá de llevarse a reporteros de los distintos
medios de comunicación, para que realicen entrevistas y cubran los eventos
programados.
Ahora quienes quieran ir a la Cumbre Tajín,
tendrán que pagar sus gastos.
Aunque ya se prevé una disminución en el número
de visitantes, a tal grado, que a los señores genios del marketing, se les
ocurrió ofrecer entradas gratis a quienes se hospeden en la ciudad vecina de Poza
Rica, lo cual habla de que no hay una demanda de los servicios.
De continuar esa tendencia, de más a menos, el
festival, corre el riesgo de convertirse simplemente en un mero festival
musical, cuyo atractivo principal no es la cultura totonaca, sino los artistas
que se presentan en conciertos nocturnos.
Este año, por ejemplo, el mayor atractivo es la
presentación del guitarrista jalisciense Carlos Santana, pero habrá que ver y
sacar cuentas, sino es más conveniente ir a escuchar su concierto en Palacio de
los Deportes, sin tener que viajar, pagar hospedaje y alimentación y la entrada
al evento.
Así las cosas, lo que empezó siendo un evento
que alcanzó dimensiones internacionales, debido a la mala administración, pude
convertirse en una feria más de pueblo, como hay tantas y tantas.
Dice el filósofo del pueblo Pancho López:
Que poco a poco, año con año, se va condenando
al fracaso, al Festival Internacional Cumbre Tajín, que llegó a consolidarse
como un evento de prestigio a nivel global, pero que por falta de recursos,
como tantas otras cosas, puede cancelarse, como ya ocurrió con el HAY Festival
en Xalapa.
Comentarios
Publicar un comentario