Por Miguel Angel Cristiani Glez. Cuando éramos niños, ya llovió bastante, la mayoría de nosotros cuando nos preguntaban que quería ser de grande la respuesta era casi coincidente: quiero ser bombero, soldado o agente de tránsito, pero con el correr de los años, nuestra verdadera vocación va cambiando, hasta definitivamente tomar otros rumbos y perfiles. Pero hay quienes sí, mantuvieron ese deseo de llegar a ser bombero, policía o agente de tránsito y lo cumplieron hasta hoy en día. Lo anterior viene a formar parte de la Bitácora Veracruzana, porque existe un agente de tránsito, al que conozco desde hace ya también muchos años, por lo que he llegado a considerarlo mi amigo, aunque no tengo mayor trato con él, ni siquiera sé cómo se llama, pero me recuerda los mejores años de mi niñez cuando todos queríamos ser agentes de tránsito. Se trata del agente que se encuentra dando el paso, a los peatones que van a cruzar la calle de Zaragoza, a un costado de la cochera de p...
Periodismo de análisis en Veracruz, México