Desde el mirador del parque Juárez

Por Miguel Angel Cristiani G.

El mirador del parque Juárez en Xalapa es uno de los sitios emblemáticos de la capital del estado, visita obligada por todos los turistas y visitantes, desde tiempos de antaño, por ser el sitio desde donde se puede disfrutar de una de las mejores vistas panorámicas de la capital de los veracruzanos.

Pero no solo para los extraños, sino también para los xalapeños, ha sido punto de reunión, de entretenimiento y de convivencia familiar dominguera.

Durante algún tiempo, sus bancas sirvieron de lugar de encuentro de parejas enamoradas, que acudían a platicar tomadas de la mano, aunque con el paso de los tiempos se han aumentado de tono las caricias públicas.

Incluso hace pocos años, se estableció un grupo que estaba pugnando porque el último piso del edificio donde está ahora la biblioteca Carlos Fuentes –que permanecía desocupado- fuera derribado para poder ampliar así la vista que se puede apreciar del Cofre de Perote y del Pico de Orizaba, cuando está despejado el cielo.

El grupo del que formaba parte nuestro amigo el antropólogo social Roberto Williams entregó oficios, giró invitaciones, organizó marchas, publicó desplegados, pero finalmente, como ocurre con tantos otros movimientos, no logró que se tirara el nivel.

Últimamente, los jóvenes aficionados a saltar y hacer piruetas con las patinetas, habían tomado como pista improvisada la explanada del mirador, pese a que no eran las mejores condiciones para practicar esa actividad deportiva, pero les cataficcionaron por un espacio en el parque Bicentenario a donde tuvieron que irse….. a jugar.

Ahí mismo en el parque Juárez, a espaldas del monumento del Benemérito de las Américas y enfrente de las estatuas de las Virtudes, fue construida una gigantesca culebra –no se sabe a ciencia cierta si es una boa o un coralillo tan de moda en estos días- que fue también duramente cuestionada, pero hasta hoy no se logró detener primero su construcción y luego su derribo.

Otras de las grandes ideas –de la administración municipal que encabezó Elizabeth Morales- fue el colocar unos catalejos, en el mirador al final del parque, para que mediante la introducción de una moneda de cinco pesitos –que nadie sabe a dónde van a parar las que le meten los incautos turistas- porque el aparato es de una empresa de Monterrey, se pueda acercar el paisaje Xalapeño

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