Discursos LP

Desde los tiempos modernos –cuando los gobernadores en turno se han dedicado a trabajar más para salir en los medios haciendo declaraciones sobre cualquier tema, en lugar de estar trabajando en solucionar problemas de los veracruzanos- el ejecutivo estatal tiene un equipo de colaboradores que se encargan de apoyarlo con información y textos para sus intervenciones públicas.

Hasta don Agustín Acosta Lagunes, todos los gobernadores permanecían en palacio de gobierno en la capital del estado, en su despacho, para atender y estar conduciendo los asuntos de la administración, él gobernaba a través de tarjetas, que hacía llegar a sus colaboradores con instrucciones precisas.

Así habría sido, al menos hasta la administración de don Fernando Gutiérrez Barrios, cuando a pesar de que el propio mandatario tenía sus propias ideas –principalmente sobre el quehacer político, sobre el cual incluso se publicaron textos- tenía quien se encargara de preparar las famosas “tarjetas de apoyo” para sus discursos.

Don Fernando Gutiérrez Barrios fue el primer mandatario que prácticamente vino a gobernar a través de los medios masivos de comunicación, a los que atendió y supo tratar personalmente –a todos, los grandes y pequeños por igual- a través de su jefe de Prensa, el periodista Edgar Hernández estableció prácticamente un nuevo estilo personal de hacer política, lo que lo llevó finalmente a ser llamado al gabinete presidencial como Secretario de Gobernación, a un pasito de la presidencia.

Su sucesor Dante Delgado Ranauro, tenía ya la escuela de su mentor y prácticamente, lo único que tuvo que hacer fue continuar con los sistemas de comunicación masiva ya establecidos.

Patricio Chirinos Calero, quien tenía hasta problemas de dicción para pronunciar sus discursos, también recurría a las famosas tarjetas de apoyo para los discursos y mensajes que tenía que pronunciar.

Miguel Alemán Velasco como empresario y comunicador  de amplia experiencia política conocía y practicaba también la oratoria y los mensajes que tenía que pronunciar.

Más recientemente, Fidel Herrera Beltrán, “no necesitaba de vejigas para flotar” dirían en mi pueblo, pues era un gobernador que tenía una gran experiencia como político orador de tribuna de toda su carrera, por lo que aunque también le preparaban las tarjetas con datos y cifras, generalmente las ignoraba, para desarrollar el discurso con el tema de que se tratara.

 En la actualidad, el gobernador del estado no próspero de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa también gobierna a través de los medios de comunicación, es decir, que a los eventos a donde acude tiene que pronunciar discursos sobre distintos temas.

Pero pareciera que al actual mandatario, no cuenta con ese respaldo de colaboradores que se encarguen de prepararle –al menos las famosas tarjetas- para tomarlas como base en sus discursos o en las entrevistas que también generalmente ofrece a todos los lugares donde acude o cuando tiene que responder a entrevistas con los periodistas.

Porque si hacemos un análisis somero de sus mensajes –al menos lo que se manejan y transmiten a la prensa y medios de comunicación- darían la impresión de que JD es un LP y no precisamente un presidente López Portillo, sino un Long Play, es decir esos discos de larga duración que por el uso se rayaban y terminaban repitiendo la misma canción.

Porque pareciera que a todas partes y a todos los eventos a los que concurre repitiera el mismo concepto, solamente cambiándole los protagonistas.

Así por ejemplo, se reúne con los maestros y afirma que la educación es “prioridad” de su gobierno.

Se reúne con los médicos y asegura que la salud es “prioridad” en su administración.

Acude a un acto con ganadero y aprovecha para asegurar que la ganadería es prioridad de su administración.

Si va con constructores, la prioridad es la industria de transformación.

Con empresarios, la prioridad son las inversiones privadas que generan empleos.

En el festejo de los adultos mayores, son prioridad de gobierno.

Si devuelve a un niño robado a la madre en el hospital, también la seguridad es prioridad de los veracruzanos.

Así es lo mismo todos los días, una y otra vez, todo es prioritario o prioridad.

Ya que no hay obras ni programas de atención real a los veracruzanos que difundir, cuando menos se debería procurar variar el discurso, que de tanto repetir y repetir lo mismo, parecer disco rayado.

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