Luego de que el Congreso de Veracruz, a través del “voto unánime” de los representantes populares de los veracruzanos aprobaran reformar el artículo 49 de la Constitución Política Local, para que en el informe de gobierno que deberá rendir el gobernador Javier Duarte de Ochoa se suprima la lectura de la síntesis y la comparecencia del Ejecutivo después de la glosa, no queda más que recordar lo que afirman en mi pueblo “El miedo no anda en burro”.
Resulta que este fin de semana, el sábado pasado para ser más exactos, los señores y señoras diputados decidieron reunirse para aprobar cambios a la fracción XXI del artículo 49 de la Constitución Política Local, que obligaba al gobernador en turno –en este caso Javier Duarte de Ochoa- a entregar por escrito y dar lectura a una síntesis del estado que guarda la administración pública ante los miembros del congreso.
Con esta modificación, solamente se está obligando al mandatario, a entregar por escrito –seguramente mediante algún mensajero- su informe y no tener que dar lectura ni siquiera a una síntesis.
Con este cambio a la Constitución Local, los diputados están evitandole la molestia al gobernador de tener que acudir al Congreso y ser cuestionado directamente sobre los "logros" alcanzados en su primer año de gobierno.
Las comparaciones resultan odiosas, pero no tiene nada que ver, la capacidad del anterior gobernador del estado Fidel Herrera Beltrán para improvisar y dar respuesta en un debate político a sus contendientes.
En cambio, se deja la disposición en el sentido de que los funcionarios responsables de cada una de las áreas de gobierno acuda a lo que tradicionalmente se conoce como las famosas “comparecencias” que esas sí, se habría propuesto ya desde la pasada administración, que deberían de desparecer, porque los funcionarios en realidad acuden a presentar los datos que les interesan, pero cuando se les cuestiona a fondo, argumentan que no tienen esa información a la mano, pero la harán llegar oportunamente, hasta el momento.
Como lamentablemente en la legislación veracruzana, no existe ninguna ley o reglamento que obligue a los funcionarios a responder con la verdad, en no pocas ocasiones, contestan lo que quieren, sin que tenga que estar apegado a la realidad, sabedores de que no tendrá ninguna consecuencia, entonces no se ve cual es el propósito de seguir con esa pasarela de datos irrelevantes.
De esta manera, la fracción XXI del artículo 49 de la Constitución Política Local, quedó como sigue: Artículo 49. Son atribuciones del Gobernador del Estado: XXI. Presentar ante el Congreso del Estado, el 15 de noviembre de cada año, un informe escrito acerca del estado que guarda la administración pública.
El Congreso realizará el análisis del Informe y podrá solicitar al Gobernador del Estado ampliar la información mediante preguntas por escrito, y citar a los Secretarios del Despacho o equivalentes, quienes comparecerán y rendirán informes “bajo protesta de decir verdad”.
Y que pasa sino dicen la verdad, pues no se preocupen que no pasa nada, simplemente negarán tener la información que se les solicita y quedarán muy formales de enviarla en los próximos días o años.
Así las cosas, una vez más se vuelve a modificar la Constitución Política del Estado de Veracruz, ahora para evitar que el gobernador Javier Duarte de Ochoa tenga que comparecer cuando menos personalmente a dar lectura a la síntesis del estado que guarda la administración a su cargo, aunque en el fondo, no es gran cosa lo que se tenga que informar.
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