- En la posibilidad de ser llamados a rendir cuentas como cualquier ciudadano.
- Tienen que aclarar desvíos millonarios con las llamadas empresas fantasmas
- La detención de Javier Duarte ¿se trató solo de una farsa mediática?
Por Miguel Angel Cristiani G.
A partir de los primeros minutos de este sábado 1 de
septiembre, entró en funciones la Cámara de diputados federal, con lo que los
hasta ese momento diputados y diputadas protegidas por el fuero constitucional,
quedaron en la posibilidad de ser llamados a rendir cuentas como cualquier
ciudadano.
Luego de que durante los últimos años
estuvieron bajo la protección del fuego constitucional, algunos de los legisladores
veracruzanos, que estuvieron a punto de ser desaforados para ser juzgados ante
la ley por su participación en las llamadas empresas fantasmas, pero que
finalmente las acusaciones se congelaron en las comisiones para no ser turnadas
al pleno.
Pero ese manto protector se acabó el pasado
sábado en que dejaron de ser “representantes populares” con fuero protector.
En la lista de funcionarios que
tendrían que haber sido llamados a cuentas, para aclarar los desvíos
multimillonarios a empresas fantasmas, se encuentran Alberto Silva
Ramos, Edgar Espinoso, Moisés Mansur Cisneros, Antonio Tarek Abdalá, Adolfo
Mota Hernández, Noemí Guzmán Lagunes, Javier Nava Soria, Jorge Carvallo Delfín,
entre otros.
Hay que recordar que de acuerdo con los reportes y
señalamientos de la Auditoría Superior de la Federación, fueron más de 45 mil
millones de pesos los que desaparecieron de las distintas dependencias de la
administración encabezada por Javier Duarte de Ochoa.
Aunque también ya se sabe, que una vez pasadas las
elecciones, se dio a conocer que Javier Duarte de Ochoa podría quedar libre de
las acusaciones de la Procuraduría General de la República por la deficiente
integración en los expedientes y pruebas.
¡Hágame usted el grandísimo favor! Como si los funcionarios de
la PGR fueran tan incapaces para integrar y llevar un caso de tal importancia.
Lo que vendría a confirmar las sospechas de que todo el
asunto de Javier Duarte y sus secuaces responsables del mayor saqueo a las
arcas del gobierno del estado de Veracruz, fue en realidad una farsa mediática
para aparentar que se estaba procediendo en contra de los responsables, aunque
hasta la fecha, el único que está en la cárcel -por delitos menores que incluso
le podrían permitir quedar en libertad- es el ex gobernador veracruzano.
Pero si existió ese acuerdo, pacto o negociación con las
autoridades federales del gobierno de Enrique Peña Nieto, también es cierto que
todavía están las denuncias presentadas a nivel estatal por el gobierno de
Miguel Angel Yunes Linares, no solo en contra de Javier Duarte, sino incluso
también contra su esposa Karime Macias Tubillas a quien se solicitó su
extradición.
Por lo que respecta al resto de los funcionarios que saquearon
y se llevaron todo lo que pudieron, los procesos y acusaciones está abiertos en
la Fiscalía Estatal, entonces, no sería nada extraño que en los próximos días,
empezaran a darse a conocer la captura de los ex funcionarios de cuello blanco,
que están embarrados hasta el cuello, en los desvíos millonarios de las
empresas fantasmas.
Hasta ahora, la percepción que existe entre la mayoría de
los veracruzanos, es que la captura y encarcelamientos del ex gobernador Javier
Duarte de Ochoa, fue parte de un pacto y estrategia política, para tratar de reivindicar
al sexenio de Enrique Peña Nieto que no pudo quitarse la pesada losa de la
corrupción.
Es por ello que nunca antes en la historia moderna del país
un presidente dejaba su mandato con una desaprobación ciudadana tan alta.
En la más reciente encuesta de opinión sobre el actuar del presidente
Enrique Peña Nieto se evidenció la absoluta desaprobación de los mexicanos a su
mandato, que llega a su fin con el nivel más bajo, el peor de todos, con el 71
por ciento.
Apenas hace unos días, Parametría presentó una encuesta
donde se observa la percepción mexicana: el mandatario terminará su
administración con una brutal desaprobación del 71 por ciento, la peor de
todas.
También este domingo 2 de septiembre se entregó el quinto
Informe del presidente Enrique Peña Nieto. Este año estuvo marcado por
manifestaciones contra el aumento a la gasolina; la extradición de El Chapo
Guzmán a Estados Unidos y la detención de tres ex gobernadores, entre ellos
Javier Duarte de Ochoa.
Respecto a la evaluación del mandatario mexicano podemos ver
que de acuerdo con la revisión histórica de las encuestas realizadas por
Parametría, en enero de este año hubo un porcentaje histórico de ciudadanos que
dijeron desaprobar el trabajo realizado por Peña al llegar a 84% quienes así lo
manifestaron. De marzo a junio de 2017 vemos una recuperación al subir el
porcentaje de los que dijeron aprobar su labor y disminuyeron quienes lo
desaprueban; sin embargo, en el último registro de julio del presente,
nuevamente hay un repunte en la desaprobación y un descenso en la aprobación
del Ejecutivo federal.
Actualmente, la aprobación del mandatario se encuentra en
21%, mientras que la desaprobación en 75%. Ello a pesar de que ámbitos como el
económico no registran cambios negativos que puedan influir en la opinión
pública. Llama la atención que 56% de los mexicanos diga que desaprueba
"mucho" la gestión de Peña, ya que ello tiene que ver con intensidad
en el desacuerdo en la forma en cómo el presidente realiza su trabajo.
En fin, que los diputados que tenían fuero, ya no lo tienen
y ahora solamente resta esperar a ver que es lo que sigue en este nuevo
episodio de la serie de Nexflix “El Estado Abundante que me robé”.
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