Por Miguel Angel Cristiani Gonzalez La llamada basificación de los trabajadores al servicio del estado tiene varias y diferentes aristas, pues si bien es cierto que se trata en primera instancia de un acto de elemental justifica para quienes laboran al servicio de los veracruzanos, también es cierto que en las circunstancias actuales -al término de la administración y sin recursos para respaldarla- representa más bien una mina más que deberá estallar en unos meses. Como bien dicen en mi pueblo: nada es verdad, nada es mentira, todo depende del color del cristal con que se mira. Porque si lo vemos desde el punto de vista de los trabajadores que serán beneficiados con esa prestación, se trata de un acto de justicia laboral. Cuántos empleados pasan toda una vida trabajando en una dependencia, sin lograr una garantía de permanecer en su puesto, arriesgando a que, en el próximo cambio de gobierno, llegue algún nuevo jefe que quiera meter “su gente” y corra a todos sin la menor co...
Periodismo de análisis en Veracruz, México