Ricardo Ahued y el tema de la corrupción

·                    “Primero, no soy Ali Babá, ni me presto a cosas indebidas, ni tolero a nadie”

·                    No voy a ser vergüenza de mi familia, seré responsable de mis actos

·                    Cuando hay corrupción en un gobierno, es porque el titular se hace tonto o es cómplice

Por Miguel Angel Cristiani G

A unos días de que tome posesión como alcalde de Xalapa Ricardo Ahued Bardahuil, Bitácora Política conversó sobre distintos temas que habrán de caracterizar a la nueva administración municipal en la capital del estado.

De entrada, le preguntamos sobre el tema político de actualidad en las distintas instancias de la administración federal, estatal y municipal, que el mismísimo presidente de la república Andrés Manuel López Obrado fue a tratar en la ONU en Nueva York. Acerca de la corrupción de los funcionarios públicos y esto fue lo que nos comentó en una amplia entrevista:

“Primero, no soy Ali Babá, ni tengo a los siete enanos, y como dice el señor presidente, creo que hay que darles mas seriedad a las cosas, más hoy, en un cargo público, de la magnitud tan honorable, que es el ser presidente municipal y yo no sé ni me presto, en mi vida lo he hecho, hay una trayectoria que está más marcada, después de tantos años en la administración de la función pública, ni me presto a cosas indebidas, ni tolero a nadie.

En mi propia familia, todos tenemos nueras, hijos, a mi edad y familiares, no he sido nunca quien promueva familiares, ni amigas ni amigos, ni cercanos, cada quien, en su ámbito profesional y de responsabilidad, debe y tiene que responder al 100 por ciento, bajo las normas y leyes vigentes.

Y es doloroso, si por alguna decisión indebida, comete un atrevimiento, fuera del marco legal.

Pienso llegar a la alcaldía y salir, como hoy estamos aquí, si dios quiere en paz, tranquilo, sin deudas pendientes, ante todo, busco -porqué no decirlo- el reconocimiento de mi actitud que ha sido de muchos años, conservarla, quedarme en Xalapa, vivir en Xalapa, morir en Xalapa y que, de alguna manera, sea reconocido mis actos a favor del prestigio que le herede a mis nietos y a mi familia.

No voy a ser vergüenza de mi familia, seré responsable de mis actos, de buena fe y por eso, vamos a convocar y estaos convocando, figuras técnicas y éticas que nos permitan soportar la administración y si alguien falla, pues tendremos que responder y tomar las decisiones que así convengan, en beneficio de la legalidad y la transparencia, vamos a tratar de que la siguiente administración, sea asociada con su gente y con los xalapeños, con todos los grupos, que se expresen  y los escuchemos, entendamos, para dirigir una ciudad que merece ya estar en los niveles de capitales de estado de la república, con la dignidad que merece nuestra capital.

Conmigo, no va a hacer, gente ni corrupta, que defraude o que llegue con intereses personales, -mejor que no vengan conmigo- porque es claro, ni va a ser colocación de empleos, ni va a ser botín.

Las administraciones públicas no pueden ser negocios, el que quiera negocios, como dice el presidente, que ponga su negocio, vamos a dignificar el trabajo interno con las y los compañeros. Voy a ser uno más, de los compañeros en la administración municipal, con mucha humildad, pero con mucho carácter para tomar las decisiones que demanda esta ciudad y que es lo que demanda.

Va a florecer, por una sola razón, en la cultura, en el comercio, en la promoción, en la cuestión económica, espero que la pandemia nos permita más libertad, para que regrese la alegría, la obra pública.

Estoy entusiasmado, porque estoy seguro, estoy preparado para que se logre impulsar a Xalapa a los niveles que demanda la sociedad.

No estaremos solos, vamos a trabajar de cerca con el gobierno de la República, con el Gobierno del Estado, en beneficio.

Toda la transparencia, -toda- cuando hay corrupción en un gobierno, es porque el titular o se hace tonto o es cómplice, y yo ni soy tonto ni cómplice.

No es por ahí.

Cada acusación de corrupción, en esta administración próxima la tomaré como mía propia, de hecho, tendremos en mi oficina política de puertas abiertas para cualquier demanda de corrupción y cumpliremos, desde luego, tanto en lo legal o normativo, cuando se hacen denuncias, como en lo personal.

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