El hecho de que el
todavía gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto haya decidido
viajar este martes a la capital del estado de Veracruz, apenas un día después
de haber rendido su último informe de gobierno, para hermanar a las ciudades de
Toluca y Xalapa, es considerado por algunos observadores políticos como el
inicio de su precampaña electoral hacia la candidatura del PRI primero y la de
presidente de la república posteriormente.
No es un secreto el
hecho de que después del estado de México –en donde tiene asegurado el voto de
sus paisanos- Veracruz representa la segunda cantera de posibles votos
electorales y es ese el motivo real de la visita, más que el “hermanamiento”
entre las ciudades capitales, que es en el fondo el pretexto para que el
aspirante a la silla presidencial venga a mostrarse y hacer declaraciones ante
los medios de comunicación veracruzanos.
Porque en estricto
apego a la norma, si de hermanar a las ciudades se trata, pues no era necesaria
la presencia del gobernador del estado de México ni del de Veracruz,
simplemente lo podían haber firmado la alcaldesa de Toluca, María Elena Barrera
Tapia y la de la capital, Elizabeth Morales quien tendrá que conformarse con
ser mera observadora, ya que los protagonistas serán otros.
Lo del hermanamiento
es meramente un pretexto, para que no se diga que los gobernadores Peña Nieto y
Duarte de Ochoa están violando la ley al participar en actos políticos, pues en
apariencia se trata de un evento protocolario, aunque tiene eminentemente una
enorme carga política, que se anuncia como "Compromiso por la prosperidad".
Como el gobernador
del estado de México, Enrique Peña Nieto todavía no pide licencia para
dedicarse abiertamente a buscar ganar la candidatura y la elección presidencial
del año entrante, lo cual ocurrirá hasta después del grito del 15 de
septiembre, nadie puede señalarlo de estar realizando actos anticipados de
campaña.
La visita de Enrique
Peña Nieto ha abierto una serie de especulaciones en el ámbito político, desde
la posibilidad de que Javier Duarte de Ochoa pudiera ser invitado a formar
parte de su gabinete o que el anterior gobernador de Veracruz Fidel Herrera
Beltrán pudiera “aparecer” en el evento para tratar de ser tomado en cuenta.
Aunque hay que tener
muy en cuenta que a diferencia de Veracruz, Peña Nieto cumplió con los 608
compromisos de campaña notariados; realizó 6 mil 500 obras, mil de alto impacto; resaltó la reducción de la tasa de homicidios
dolosos por cada cien mil habitantes, que pasó de 16.5 en 2005 a 7.6 en 2010.
En seguridad social
se incrementó 11 veces el presupuesto, al pasar de 285.6 millones de pesos en
2005 a dos mil millones 20 mil en el presente año.
Pro además, Peña
Nieto deja las finanzas estatales saludables: recibió una deuda de 30 mil 154
millones de pesos y en cuatro años la bajó 25 por ciento.
Logró una inversión
en obra pública e infraestructura superior a 150 mil millones de pesos, sin
aumentar la deuda.
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